DECLARACION DE LA COLECTIVA FEMINISTA FEDERAL

viernes, 15 de julio de 2011

Ilepos debate: el contenido del voto al macrismo


El contenido del voto macrista. Un primer análisis político y social

Es muy fuerte la necesidad de escribir y hacer un balance sobre el resultado de las elecciones en la ciudad de Buenos Aires. La población votó masivamente a favor de Mauricio Macri 47, 08 y por Filmus un 27,80. a quien podemos sumar en la franja progresista y de izquierda el voto a favor de Solanas, 12,8. y algún otro fragmento muy puntual.

El Pro deducirá de estos resultados una gran aprobación para la gestión de su gobierno, y nos será difícil debatir este punto con semejante margen electoral. Aún los más radicalizados amigos y compañeros de militancia tendrán que convenir que no ha habido un rechazo mayoritario a la gestión del Pro. Y que lo único que es posible sumar para una oposición genuina, son los votos de FPV y de Proyecto Sur. Hay que señalar que ese 40% constituye una sólida expresión de la búsqueda de un modelo alternativo, progresista, popular, aunque no alcance en esta oportunidad para gobernar la ciudad.

El Pro cuenta con un impresionante 47,08 %, al que se pueden sumar los 3,31 de la CC, y los 2,05 de la UCR con los cuales llegan fácilmente a la mayoría absoluta del cincuenta por ciento de los votos en el ballotage. Situación difícil de remontar.

Necesitamos analizar a fondo el sentido de esa masa impresionante de votantes.

Hemos realizado en forma reiterada el diagnóstico de la gestión de gobierno del Pro, con sus limitaciones dramáticas en la ejecución presupuestaria en educación, salud, políticas de infancia, vivienda, género. Y los múltiples análisis de problemáticas sin solución en la ciudad. Lo que estamos presenciando es un gobierno de mediocre gestión institucional y de signo en general privatista o privatizante, pero que fuera plebiscitado mayoritariamente en un sentido positivo. Esto nos lleva a pensar que hay otros componentes indudables en el sentido del voto al macrismo, que no guardan relación directa o lineal con la gestión de gobierno, que es preciso analizar y tener en cuenta, antes de caer en fatalismos o simplificaciones inconducentes. Por eso analizamos el voto de acuerdo a los sectores sociales que se han expresado en esta elección. Vamos con detenimiento a hacerlo en este borrador, tomando los diversos sectores sociales y su identificación política electoral..

l. Un sector acomodado de la sociedad que busca consolidar un modelo que garantice la continuidad de los negocios empresariales, la concentración de la riqueza y la defensa de su modo de vida Pro-occidental.

2. Sectores de capas medias que transitan su vida al margen de los servicios estatales, todos con obras sociales o prepagas, que envían a sus hijos a las escuelas privadas, que tienen fines de semana propios, algunos en countries, o clubes privados donde pasar el tiempo libre. Este sector en especial recuperación en estos años de crecimiento económico no tiene una lectura critica del gobierno de Macri, con el cual se identifica por su modo de “ser”, por su ideal de “new rich” para ellos muy envidiable. Posiblemente algunos grupos de este sector, voten a Cristina en las elecciones de octubre porque les ofrece continuidad de su estilo de vida “americano” y no quieren hacer olas en el movimiento económico favorable en general.

3. Sectores de capas medias barriales empobrecidas durante los años 90, que concurren a la escuela pública y a los servicios públicos y que décadas atrás constituyeron la base social del radicalismo. Estos son sectores que si bien han recuperado poder adquisitivo se encuentran abrumados por la degradación territorial, por las condiciones de mayor inseguridad o por el clima cultural y mediático que acentúa los sucesos múltiples de violencia y generan una incertidumbre constante.

En las zonas de Villa del Parque, Devoto, Flores, hay una franja de población que oscila entre el apoyo a sectores progresistas (Frepaso, UCR, FPP, Proyecto Sur) y que en esta instancia dieron su apoyo a Macri.

En estos barrios el accionar de la Policía Federal ha sido cuestionado permanentemente, por negligencia o por complicidad, y toda la reforma iniciada por Nilda Garré llega en forma tardía. Incluso el retiro abrupto de las custodias de hospitales y otros edificios públicos en los meses de marzo y abril, fue un ejemplo de falta de articulación entre ámbitos gubernamentales que predispuso mal a la población independiente o sin militancia política alguna.

En estos barrios - sin identidad peronista - hubo un voto masivo al Frepaso y a la Alianza en 1994, 1996, 2000 y 2003. Su desencanto también fue reiterado, por diversos motivos, por la debacle de De la Rua, por el desastre de la Alianza. Y también por temas que quedaron postergados o inconclusos frente a la tragedia de Cromañon y el juicio político destituyente.

Esos sectores empezaron a mirar a Pino Solanas y a Proyecto Sur con simpatía, el 24% del resultado electoral del 2009 así lo muestra, pero nuevamente son sorprendidos con cambios de orientación política de difícil comprensión. Un discurso endurecido al extremo despertó el alejamiento de gran parte de esos votantes.

Por ello votaron masivamente a Macri en esta elección. Siendo refractarios al peronismo, decepcionados de la Alianza, del disuelto Frepaso y de Proyecto Sur, han sido la base del triunfo de Mauricio, acumulando sus votos con las capas acomodadas y las franjas de sectores populares en disputa en otros barrios de la ciudad.

4. Sectores populares en villas y barrios carenciados de la Ciudad de Buenos Aires, en disputa constante por los distintos referentes o punteros macristas, kirchneristas, y de todo tipo. Allí el macrismo desarrolló una política de captación de organizaciones sociales y grupos históricamente peronistas. Las agrupaciones de los diputados Ritondo, Santilli, y otros referentes provenientes del PJ, del menemismo, del duhaldismo, tienen un sello particular en estos barrios. Y se han generado acciones de los equipos técnicos del grupo Sophia a través del Ministerio de Desarrollo Social que vinieron al encuentro de reivindicaciones específicas.

En estos sectores obviamente también hay adhesión a parte de las políticas públicas desarrolladas por Cristina, y por eso también puede haber un voto Macri-Cristina.

Es el sector en disputa permanente con la recuperación relativa del kirchnerismo en los barrios de la ciudad y las ofertas de todo tipo que genera el macrismo.

Las ofertas discursivas de Macri, multiplicadas y fortalecidas por la red de medios más poderosos han ofrecido políticas de seguridad, la Policía Metropolitana, políticas de tránsito novedosas y hasta ridículas o contradictorias (cambios de manos, bicisendas) y maquillajes diversos para el descreído imaginario vecinal.

Las propuestas del Gobierno Nacional al electorado porteño han generado algún tipo de resistencia, vinculados al estilo confrontativo y decidido a resolver desde la Casa Rosada en temáticas que posiblemente deberían ser consultadas en el ámbito local. La falta de un ámbito participado de construcción Nación-Ciudad y su desaliento por parte de ambos gobiernos, las actitudes fuertísimas de Nación con respecto a ciertas solicitudes de corte local, han victimizado a Macri y lo colocaron en el mejor lugar para ser elegido por los sectores medios críticos y muy poco dispuestos a aceptar a políticos provenientes del peronismo.

La coalición liderada por Filmus no pudo expresar la pluralidad de su composición.

El Frente para la victoria eligió los mejores candidatos para esta contienda. Es innegable que Daniel Filmus y Carlos Tomada expresaron en la fórmula una propuesta de enorme calidad profesional. En particular Daniel Filmus tiene ese atributo de amplitud política que el votante de la Ciudad de Buenos Aires. Obviamente una fórmula netamente kirchnerista, peronista, en una ciudad que rara vez votó por mayoría, candidatos de este signo político.

Por eso fue correcta la aceptación de las listas de adhesión, o colectoras, como la del Frente Progresista Popular, con Aníbal Ibarra y la del Nuevo Encuentro, con G. Cerruti. Uno de los errores en el diseño de la campaña fue no unificar las acciones de movilización y las propuestas para la ciudad. Tres listas rondaron la ciudad de Buenos Aires, con distintos actos y justamente en los más plurales, de los vecinos y militantes no kirchneristas la presencia de Filmus fue denegada para “fortalecer” con exclusividad la lista oficial liderada por Juan Cabandie. Estrategia de rédito electoral limitado pues si bien dio frutos internos – el contar Cabandie con 5 legisladores y cuatro entre las dos colectoras – pero de impacto negativo porque impidió que la fórmula para la jefatura de gobierno tuviera una proyección plural.

Se requiere un movimiento político con mayor pluralidad pero al mismo tiempo con armonía y propuestas homogéneas, sin confrontaciones cotidianas internas. Se requiere una superación de las constantes individualidades que disputan los medios de comunicación y la interlocución con la sociedad. Es una característica de este espacio la permanente competitividad entre los aliados e incluso miembros del mismo partido. No hay una conducción de amplio reconocimiento que pueda ordenar en el sentido más moderno del término funciones, competencias y roles políticos de cada uno de los grupos e integrantes de este heterogéneo colectivo.

Será el desafío de la próxima etapa. Actualmente es imposible reconstruir una fuerza política como la que expresara el Frepaso, en el sentido de articular aquella enorme diversidad de distintos sectores políticos. La hegemonía y el liderazgo del peronismo kirchnerista en todo este periodo es indiscutible, en particular la de su Presidenta y algunas figuras nacionales de muy interesante actuación. Por ello deberemos hacer un esfuerzo para consolidar en la Legislatura un interbloque de los espacios FPP, NE y FPV a fin de brindar una propuesta coherente que muestre a la sociedad una alternativa adecuada para la ciudad de Buenos Aires. Profundicemos este tema. Vale la pena volver a intentarlo.

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