Medidas urgentes para las infancias
La aparición de Maia, después de varios días de intensa búsqueda, va a convertirse
en la más esperada y mejor noticia
escuchada en mucho tiempo. En su breve
pero intensa historia se concentra gran
parte de las tensiones que vive nuestra sociedad: una población infantil que
llega al 64% de pobreza multidimensional, con datos del Observatorio de la
Deuda Social Argentina que hoy todos respetamos por su coherencia a lo largo de
los distintos gobiernos, una sociedad moldeada por las políticas del
neoliberalismo que profundizaron la desigualdad, la fuga de capitales, el
vaciamiento productivo, y el deterioro de los ingresos de mas de la mitad de la
población.
Sin duda, los programas sociales alentados por el Gobierno Nacional a
partir de diciembre de 2019 pudieron brindar un paliativo frente a la
agudización del deterioro social y económico provocado por la pandemia, pero
tampoco lograron reducir los indicadores señalados. Y existe un sector de la sociedad
invisibilizado, ignorado casi siempre, que ni siquiera accede a los programas
sociales existentes.
La Asamblea por las infancias y adolescencias de la ciudad – APIABA – como
expresión multitudinaria de organismos de derechos humanos y especializados en
dicha temática, viene reclamando la ampliación de las políticas públicas en la
Ciudad de Buenos Aires, para dar respuesta a la creciente demanda de vivienda
social, trabajo digno, vacantes en educación y en los servicios de salud mental
hoy colapsados, para la niñez más postergada.
En el mismo sentido la Defensoría del Pueblo de la Ciudad organismo de
defensa de derechos y de control de las políticas sociales está reclamando medidas urgentes de
protección integral. Del mismo modo se
están expresando numerosas voces del campo de las ciencias sociales y de la
lucha por la inclusión de las poblaciones marginalizadas.
La aparición de Maia constituye una oportunidad para poner en práctica la
legislación de infancia, la Convención de los derechos del niño, la ley 114 de
la Ciudad y la ley nacional 26061, En
todas ellas la responsabilidad del Estado es brindar el acceso de niños niñas y
adolescentes a un nivel de vida adecuado y priorizar la convivencia familiar,
entre otros muchos aspectos, garantizando en primer lugar la atención de salud
de la madre de Maia, y el resguardo en vivienda social, educación y
alimentación para todo el grupo familiar. Hay toda una comunidad esperando el cumplimiento de estos principios
elementales, en un Estado que debe ser cada vez más presente y solidario.
María Elena Naddeo
Co-Presidenta de la APDH, titular del Programa de Niñez y Genero de la
Defensoría del Pueblo
Integrante de APIABA
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