CON MENTIRAS E IMPUNIDAD
NO HAY DEMOCRACIA… NI SEGURIDAD
“Miente, miente, que algo quedará.”
Es la vieja política de las derechas alemanas, destinadas a construir grandes escenarios para vender al gran público una falsa realidad. Asi se construyó la política represiva más horrorosa de la Historia del siglo XX. Así se encubrió el Holocausto, a través de la propaganda antijudía y de la “solución final”.
El Gobierno de Macri utiliza estrategias parecidas, nos quisieron hacer creer que el Fino Palacios y su gente eran los “mejores policías del mundo” los “más condecorados”, y tuvieron que hacerlo renunciar en medio de la vergüenza generalizada por las sólidas pruebas en la causa Amia. Ahora quieren hacernos creer que en el Gobierno de la ciudad no conocían a Ciro James ¡y le pagaron durante dos años $ 6500 por mes! Y además, habían iniciado un expediente designándolo en un cargo – posiblemente jerárquico - en la Policía Metropolitana.
Las mentiras de Macri, Montenegro y Narodoski son cada vez más evidentes. Fueron descubriéndose paso a paso, gracias a la paciente embestida y aporte de datos y pruebas de los legisladores de Dialogo por Buenos Aires y otros partidos de la oposición.
En la sesión especial de la Comisión de Justicia realizada el viernes pasado en la Legislatura porteña, Montenegro y Narodoski pretendieron hacernos creer que Ciro James fue una derivación, una recomendación de la Universidad de la Matanza, que nadie lo conocía en el Ministerio de Justicia y de Seguridad, que ocultó su profesión de policía en el Ministerio de Educación, tratando de abonar la ridícula teoría de que se habría infiltrado como espía encubierto de la Federal.
A pocas horas, fue el propio Fino Palacios que reconoció públicamente que él mismo fue quien recomendó a Ciro James al Ministerio de Justicia y de Seguridad.
Lo que ningún funcionario hasta ahora ha aclarado es por qué se le pagó durante dos años un contrato de $ 6500 en Educación: ¿Era para “darle un ingreso razonable” mientras salía su nombramiento en el área de Seguridad? Todo indica que desarrolló las tareas de inteligencia – pinchaduras de teléfonos de Ávila y Burstein - para Fino Palacios y para Montenegro con la cobertura del contrato en educación. Un bochorno, de cualquier manera que se lo analice.
Tal como señaló Aníbal Ibarra en la sesión especial de la Legislatura el viernes pasado, Macri, Montenegro y Narodoski en vez de indignarse, o de manifestar su solidaridad con las víctimas y ponerse al frente de la investigación, encubren la realidad, mienten sistemáticamente, incurren en contradicciones, como si en vez de funcionarios públicos fueran dueños de una propiedad privada – la ciudad -sobre la cual no tuvieran que rendir cuentas. Basta de impunidad, mentiras e hipocresía. Basta de encubrir represores y agentes de la vieja y maldita policía.
Macri tiene que pedir disculpas a las victimas de la Amia, a los legisladores, a la ciudadanía toda y pedir las renuncias de Montenegro y Narodoski, el primero por organizar en la ciudad una banda represiva, el otro por permitir que en el Ministerio de Educación y en un área tan sensible como la Auditoria interna existan funcionarios de la calaña de Ciro James.
No queremos esta Policía Metropolitana. Vamos a exigir la modificación de la ley constitutiva, para garantizar que sus autoridades y su estructura tengan acuerdo parlamentario, con audiencias públicas para las designaciones de las autoridades jerárquicas. Queremos una política de seguridad y de justicia basada en los preceptos constitucionales, sin escuchas ilegales, ni maniobras turbias, ni patotas que golpeen a la gente pobre en la calle, una fuerza de seguridad que investigue a los delincuentes y no a las víctimas.
Durante décadas la Policía federal y las Policías provinciales violaron los derechos ciudadanos y todavía en la actualidad siguen existiendo denuncias gravísimas de violaciones e incumplimiento de las normas vigentes así como de complicidades con la delincuencia y las redes de trata, explotación y tráfico.
Por ello tenemos que impedir que se siga desarrollando una nueva Policía Metropolitana cuya conducta recuerda los múltiples hechos denunciados de las malditas fuerzas de seguridad pre-existentes.
Queremos una policía de la Ciudad de Buenos Aires basada en los preceptos constitucionales de derechos humanos, una policía al servicio de la gente, que desarrolle una política de protección integral con planes de prevención del delito discutidos con los vecinos y asociaciones barriales en las comunas, debatido con los supervisores y directores del sistema educativo y de los centros de salud y por supuesto con el consenso de todos los bloques legislativos.
María Elena Naddeo
Legisladora electa Diálogo por Buenos Aires
NO HAY DEMOCRACIA… NI SEGURIDAD
“Miente, miente, que algo quedará.”
Es la vieja política de las derechas alemanas, destinadas a construir grandes escenarios para vender al gran público una falsa realidad. Asi se construyó la política represiva más horrorosa de la Historia del siglo XX. Así se encubrió el Holocausto, a través de la propaganda antijudía y de la “solución final”.
El Gobierno de Macri utiliza estrategias parecidas, nos quisieron hacer creer que el Fino Palacios y su gente eran los “mejores policías del mundo” los “más condecorados”, y tuvieron que hacerlo renunciar en medio de la vergüenza generalizada por las sólidas pruebas en la causa Amia. Ahora quieren hacernos creer que en el Gobierno de la ciudad no conocían a Ciro James ¡y le pagaron durante dos años $ 6500 por mes! Y además, habían iniciado un expediente designándolo en un cargo – posiblemente jerárquico - en la Policía Metropolitana.
Las mentiras de Macri, Montenegro y Narodoski son cada vez más evidentes. Fueron descubriéndose paso a paso, gracias a la paciente embestida y aporte de datos y pruebas de los legisladores de Dialogo por Buenos Aires y otros partidos de la oposición.
En la sesión especial de la Comisión de Justicia realizada el viernes pasado en la Legislatura porteña, Montenegro y Narodoski pretendieron hacernos creer que Ciro James fue una derivación, una recomendación de la Universidad de la Matanza, que nadie lo conocía en el Ministerio de Justicia y de Seguridad, que ocultó su profesión de policía en el Ministerio de Educación, tratando de abonar la ridícula teoría de que se habría infiltrado como espía encubierto de la Federal.
A pocas horas, fue el propio Fino Palacios que reconoció públicamente que él mismo fue quien recomendó a Ciro James al Ministerio de Justicia y de Seguridad.
Lo que ningún funcionario hasta ahora ha aclarado es por qué se le pagó durante dos años un contrato de $ 6500 en Educación: ¿Era para “darle un ingreso razonable” mientras salía su nombramiento en el área de Seguridad? Todo indica que desarrolló las tareas de inteligencia – pinchaduras de teléfonos de Ávila y Burstein - para Fino Palacios y para Montenegro con la cobertura del contrato en educación. Un bochorno, de cualquier manera que se lo analice.
Tal como señaló Aníbal Ibarra en la sesión especial de la Legislatura el viernes pasado, Macri, Montenegro y Narodoski en vez de indignarse, o de manifestar su solidaridad con las víctimas y ponerse al frente de la investigación, encubren la realidad, mienten sistemáticamente, incurren en contradicciones, como si en vez de funcionarios públicos fueran dueños de una propiedad privada – la ciudad -sobre la cual no tuvieran que rendir cuentas. Basta de impunidad, mentiras e hipocresía. Basta de encubrir represores y agentes de la vieja y maldita policía.
Macri tiene que pedir disculpas a las victimas de la Amia, a los legisladores, a la ciudadanía toda y pedir las renuncias de Montenegro y Narodoski, el primero por organizar en la ciudad una banda represiva, el otro por permitir que en el Ministerio de Educación y en un área tan sensible como la Auditoria interna existan funcionarios de la calaña de Ciro James.
No queremos esta Policía Metropolitana. Vamos a exigir la modificación de la ley constitutiva, para garantizar que sus autoridades y su estructura tengan acuerdo parlamentario, con audiencias públicas para las designaciones de las autoridades jerárquicas. Queremos una política de seguridad y de justicia basada en los preceptos constitucionales, sin escuchas ilegales, ni maniobras turbias, ni patotas que golpeen a la gente pobre en la calle, una fuerza de seguridad que investigue a los delincuentes y no a las víctimas.
Durante décadas la Policía federal y las Policías provinciales violaron los derechos ciudadanos y todavía en la actualidad siguen existiendo denuncias gravísimas de violaciones e incumplimiento de las normas vigentes así como de complicidades con la delincuencia y las redes de trata, explotación y tráfico.
Por ello tenemos que impedir que se siga desarrollando una nueva Policía Metropolitana cuya conducta recuerda los múltiples hechos denunciados de las malditas fuerzas de seguridad pre-existentes.
Queremos una policía de la Ciudad de Buenos Aires basada en los preceptos constitucionales de derechos humanos, una policía al servicio de la gente, que desarrolle una política de protección integral con planes de prevención del delito discutidos con los vecinos y asociaciones barriales en las comunas, debatido con los supervisores y directores del sistema educativo y de los centros de salud y por supuesto con el consenso de todos los bloques legislativos.
María Elena Naddeo
Legisladora electa Diálogo por Buenos Aires
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