domingo, 23 de noviembre de 2014

DIA INTERNACIONAL DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES


Nota y propuestas de Maria Elena Naddeo 
actual directora General de Niñez, Adolescencia, Genero y Diversidad de la Defensoría del Pueblo de la CABA
“La violencia contra las mujeres
es una cuestión política y de derechos humanos”
                       “En cada barrio y en cada comuna de la Ciudad
organicemos Foros de prevención”
La violencia contra las mujeres es considerada el crimen encubierto de mayores proporciones mundiales. La OMS ha señalado que es la primera causa de muerte de mujeres entre 11 y 44 años de edad. Invisibilizada hasta hace pocas décadas, en los últimos años se han producido avances significativos en la consideración de la violencia contra las mujeres como una violación de los derechos humanos.

En 1981 el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe decidió marcar el 25 de noviembre como el Día Internacional de No Violencia contra las Mujeres. Recordaban así el asesinato de las hermanas Mirabal, activistas políticas de República Dominicana producido en 1960  como consecuencia de la valerosa militancia política que llevaban adelante estas tres mujeres en contra el entonces dictador dominicano Rafael Trujillo (1930-1961). La elección de este femicidio como símbolo de la violencia contra las mujeres pone en evidencia las diferentes formas de manifestación de la violencia de género, instalándola como un problema político, sin dejar de considerar por eso las implicancias sociales, psicológicas, de salud, económicas y otras.
Finalmente, el 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La violencia hacia las mujeres es consecuencia de la desigualdad de género y del estatus subordinado de las mujeres en relación a los hombres que todavía persiste en nuestras sociedades. Pese a importantísimas conquistas alcanzadas por las mujeres como la mayor participación en el trabajo, en el derecho de familia, en la política, en puestos de decisión etc., la violencia contra las mujeres no ha cesado de reproducirse en todas las formas posibles.

En los casos más extremos, la violencia puede llevar a la muerte. Aún hoy en nuestro país, siguen muriendo mujeres por causas evitables relacionadas con la inequidad y la violencia, especialmente las de sectores más vulnerables: 

El Observatorio de Femicidios de la Casa del Encuentro denuncia que cada 30 horas se comete un femicidio en nuestro país, cifra elevadísima en el contexto regional y mundial.

Y la mortalidad materna por abortos inseguros - si bien en descenso en la última década -  registra la muerte de  100 mujeres al año en Argentina. Esta es la primera causa de muerte materna en el país y es considerada también una forma de violencia.

Cientos de mujeres y niñas son rescatadas por año de las redes de trata y prostitución por la Oficina de rescate del Ministerio de Justicia de la Nación cada año, lo que da cuenta de la magnitud enorme del problema. La trata de personas y la prostitución y explotación sexual de mujeres y adolescentes es también otra manifestación brutal de la violencia y una violación a los derechos humanos de las mujeres.

La cultura mediática y consumista existente reproduce los patrones de violencia de genero, convierte a las mujeres en objetos sexuales a ser manipulados e invita a los chicos y a las chicas a adoptar actitudes sexistas y discriminatorias entre ellos y particularmente hacia las mujeres. Es un espiral que no cesa, y las experiencias educativas encaradas hasta ahora no han dado resultados suficientes.

La Ley nacional 26.485 de prevención de la violencia de genero es pionera en toda esta temática. Necesitamos campañas de educación sexual sostenidas en el tiempo, políticas publicas educativas, sociales y en salud publica que transformen la cultura patriarcal y sexista todavía existente y  aseguren que las mujeres y niñas de este país puedan vivir una vida libre de violencias. Nuevos dispositivos y programas que apliquen de una vez por todas en las provincias y en la Ciudad de Buenos Aires la legislación existente.

Desde la Defensoría del Pueblo de la CABA contamos con un servicio de asesoramiento y recepción de denuncias, y  proponemos la organización de Foros de prevención de las violencias y la discriminación.
         Para que no haya ni una muerta más por el hecho de ser mujer.
María Elena Naddeo –   actual directora General de Niñez, Adolescencia, Genero y Diversidad de la Defensoría del Pueblo de la CABA

María Elena Naddeo: Es profesora de Historia de la Universidad de Buenos Aires, postgrado en estudio de género. Fue legisladora de la Ciudad y presidenta del Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente integra la mesa directiva de la APDH.  Además coordina el Instituto Latinoamericano de Estudios Políticos y Sociales. Es directora General de niñez, adolescencia, genero y diversidad de la Defensoría del Pueblo de la CABA




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