martes, 20 de diciembre de 2011

Naddeo habla en la jornada: Del Que se vayan todos a Un proyecto para todos


Con esta consigna se realizó el domingo pasado una jornada convocada por la Asamblea de Juan B. Justo y Corrientes, Villa Crespo, para evocar la movilización popular de los días 19 y 20 de diciembre del año 2001. La actividad contó con la adhesión del Frente Progresista Popular, Buenos Aires para todos, el Movimiento 17 de agosto, Nuevo Encuentro, PC, y muchas organizaciones del barrio. Aquí va mi participación en el panel de debate.

"Hablar de los sucesos impresionantes y trágicos de los días 19 y 20 de diciembre es hablar de la historia argentina. Historia trágica y grandiosa por momentos. ¿Cual es el significado profundo de la amplísima movilización popular y del cacerolazo de aquellos días? Más allá del repudio hacia la declaración del Estado de sitio de Fernando de la Rua, la bronca y la movilización popular tienen que ver con las políticas neoliberales de la década del 90, que llevaron al país a la pérdida de su patrimonio nacional, a la privatización de sus recursos naturales y de las empresas del Estado, y a la caída de 2/3 de la población en el desempleo, la pobreza y la indigencia.
El gobierno de la Alianza, al cual millones de argentinos apostamos, con una fuerte esperanza de transformaciones sociales, políticas y económicas, no pudo o no supo enfrentar al stablishment, no fue capaz de dominar a los grupos vinculados con los capitales concentrados que tenían el timón de la economía.
El corralito financiero, el estado de sitio, fueron las respuestas brutales del Presidente de la Rua, y la reacción del pueblo en una verdadera pueblada no se hizo esperar.

¿Que hubo oportunistas que utilizaron la situación para desestabilizar al Gobierno?

Es muy cierto - sin duda sectores duhaldistas de la provincia de Buenos Aires alentaron los saqueos - pero las causas profundas hay que encontrarlas en la indefinición de las políticas de De la Rúa, en su inclinación por el ajuste a los trabajadores y a pactar con las corporaciones económicas.
Después empezó el lento proceso de recuperación, en particular a partir del 2003, con decisiones importantes vinculadas a fortalecer el mercado interno, a desarrollar la producción y el empleo, a recuperar la dignidad nacional con la derogación del indulto, de las leyes de obediencia debida y punto final. Y el momento transcendente de la década, desde el punto de vista geopolítico y estratégico, lo podemos situar en el 2005, en la Cumbre de los Pueblos realizada en Mar del Plata, donde los presidentes y organizaciones populares, dijimos NO al ALCA, al tratado de subordinación económica que nos exigía el gobierno de BUSH. La postura firme del Presidente Kirchner, junto a Chávez, a Correa, a Lula, y demás amigos y hermanos de América Latina, marcó definitivamente un cambio de rumbo en América Latina, recorrida por vientos de transformación social y política desde hacía dos décadas. La conformación de la UNASUR y más recientemente de CELAC, ámbitos de coordinación latinoamericana, frente a los centros de dominación internacional y frente a los EEUU, son instancias alentadas por nuestro país, por el actual Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que nos llenan de entusiasmo y de aliento.
Mucho queda por hacer, y aún sentimos las consecuencias de las políticas neoliberales de los 90. Pese a la recuperación económica, tenemos un daño estructural muy profundo. Una base social sumergida en la marginalidad y en la exclusión, que no logra acceder a los programas sociales destinados a la recuperación de sus derechos. "Ni un solo pobre en la Argentina" señaló la Presidenta de la Nación como objetivo de su gobierno, y es la misma consigna de la Central de Trabajadores de la Argentina. Es un objetivo central de nuestras búsquedas, de nuestra militancia.
En la ciudad de Buenos Aires asistimos a un fuerte retroceso en el plano político, porque aquí ha surgido una nueva derecha, aggiornada, pero heredera de los años 90, expresada en el gobierno de Mauricio Macri. Gobierno del Pro que ha logrado ganar una y otra elección porteña, con un aparato propagandístico impresionante y un mensaje de ascenso social exitoso y fácil para las capas medias y populares en recuperación.
Frente a ello, desde los partidos políticos y agrupaciones populares el desafío es complejo: por un lado, cuidar lo que se ha construido a nivel nacional, avanzar en las transformaciones pendientes hacia la igualdad social, hacia la erradicación de todas las formas de violencia, y en lo concreto de la ciudad, superar la fragmentación del campo popular y construir una alternativa de gobierno.
La comuna 15, Villa Crespo, Chacarita, Villa Ortúzar, Agronomía, Parque Chas, es un ejemplo de trabajo unitario, la presencia fraterna de los comuneros del Frente para la Victoria, del Frente Progresista popular y del Buenos Aires para todos, Proyecto Sur, muestra el camino de la unidad, para hacer realidad los sueños de tantos sectores postergados, para recuperar el gobierno de la Ciudad en el año 2015.

Felicitamos a la Asamblea de Juan B. Justo y Corrientes por esta militancia permanente a lo largo de 10 años, por esta actitud política al servicio de la articulación y de la unidad barrial y territorial.
Por todo estos compañeros y compañeras, sigamos juntos y Feliz Año 2012!"

María Elena Naddeo
legisladora del Frente Progresista Popular.