Desafíos impostergables en materia de violencia de género.
Análisis elaborado por Maria Elena Naddeo
España tiene una población de 47 millones de habitantes aproximadamente, Argentina unos 40 millones. A pesar de ello, vemos que en el país europeo existen 57 femicidios contra unos 277 del nuestro registrados en el 2014, cifra que se habría mantenido con pocas diferencias para el año que acaba de terminar.
Quiere decir que con una población solamente de menos del 20% mayor, se cometen en España entre cuatro y cinco veces menos femicidios que en Argentina. La cifra y la comparación estremecen y nos llevan a realizar algunas reflexiones.
En primer lugar España - con un retroceso muy fuerte en políticas sociales durante la ultima década por los ajustes estructurales llevados a cabo por los gobiernos del Partido Popular - ha tenido una fuerte política de igualdad de género y prevención de la violencia machista. El tema fue colocado con mucha fuerza por el Partido Socialista en sus gobiernos anteriores con la creación de un Ministerio de la Mujer o de la Igualdad de Genero. Si bien posteriormente sufrió un proceso de recortes y ajustes presupuestarios,con el PP, evidentemente dejó huellas fuertes.
En segundo lugar vemos que la recolección de datos esta a cargo del área gubernamental. Los indicadores de femicidios por lo menos dan cuenta del 2012 hacia adelante. Se trata de una estadistica oficial del Ministerio de Sanidad, servicios sociales e igualdad. Y la alerta se produce por un incremento del 6 al 10% según tomemos el año de partida o el año anterior. A pesar de la cantidad "pequeña" la denuncia llama a la aplicación de mejores políticas de prevención.
En nuestro país se ha explicitado a lo largo de estos años la necesidad de contar con políticas públicas de prevención de la violencia de genero. Incluso la designación de Fabiaña Tuñez, presidenta de la Casa del Encuentro, única organización en realizar un mapa de femicidios desde el año 2008 en todas las provincias Argentinas, al frente del Consejo Nacional de la Mujer, en un gobierno de corte conservador, tiene que ver con la importancia que el tema genero adquirió en la agenda mediática y en la sociedad argentina.
La carencia de estadísticas oficiales de femicidios fue largamente exigida, y se instaló como uno de los puntos del petitorio de la impresionante movilización Ni Una Menos, llevada a cabo el 3 de junio en todas las plazas importantes de nuestro pais. Si bien la marcha tenia un cierto contenido opositor en varios de sus aspectos, la transversalidad y el reclamo plural fue el dato central y convocó a todo el amplio espectro político. Un día después el Ministerio de Justicia puso en funcionamiento un Registro de crímenes basados en la violencia de genero. Así como la Corte Suprema de Justicia empezó un procedimiento similar con sus propios registros e informes judiciales. También al calor del reclamo social, el Congreso Nacional aprobó una ley destinada a crear en cada provincia y ciudad de buenos Aires patrocinios jurídicos civiles y penales para la defensa de las victimas de violencia de genero.
Y en la Ciudad de Buenos Aires, escenario principal de la movilización, la Defensoría del Pueblo de la CABA inició una campaña de difusión pública "Junt@s contra la violencia machista" solicitando firmas para la aprobación de varios proyectos legislativos.
Hay que señalar también que el Consejo Nacional de la Mujer durante el último periodo de gobierno de Cristina Kirchner desarrollo el programa "Ellas Hacen" para la inclusión social y laboral de las mujeres de sectores populares dando prioridad a las víctimas de violencia de género y empezó en el último año una política de construcción de refugios para las mismas en varias provincias. Sin embargo la inexistencia de un plan sistematizado en la materia fue motivo de numerosas quejas de especialistas y organizaciones del movimiento de mujeres.
Es evidente que para el Gobierno popular que concluyó su mandato el pasado 10 de diciembre y que fue ejemplar en la sanción de leyes pioneras en estas materias - precisamente la ley de violencia de genero 26485 - la mayor preocupación y el eje prioritario de las políticas sociales fue la inclusión social.
En este punto un eje meritorio del enfoque de las políticas publicas se convierte en una profunda limitante. La violencia de genero reconoce entre sus causales o entre sus agravantes para las victimas, la exclusión social y la desigualdad en un sentido de mayor amplitud, no solamente económica. En realidad la violencia de genero atraviesa el conjunto de la sociedad, en capas medias y altas también se producen fuertes tensiones y numerosos femicidios, por lo cual los mismos deben incluirse y entenderse como parte de un fenómeno de particular complejidad que excede el marco de las políticas distribucionistas o de transferencias de ingresos.
Carecemos de investigaciones vinculadas al perfil de los femicidas, sus motivaciones, sus historias de vida, su escolaridad, la impronta familiar educativa. Hay una tendencia a subestimar su caracterización, a descartar cualquier tipo de estudio para la atención o estudio de los varones violentos incluso cuando se inician las primeras denuncias de violencia doméstica. Esta tendencia ha llevado a poner el énfasis exclusivamente en la necesidad de contar recursos para la atención de las victimas, tema central por cierto y en la que personalmente hemos destinado esfuerzos legislativos y de nuestra tarea profesional y política con creces. Pero no se ha insistido lo suficiente en estudiar estrategias de prevención, mas allá de algunas campañas publicitarias importantes, como la que lleva la linea telefónica 144., la linea 145, y las acciones de la Defensoría del Pueblo de la CABA, FEIM, MEI; ELA y otras organizaciones del movimiento de mujeres.
En este sentido, en el Parlamento de las Mujeres de la Legislatura porteña, hay organizaciones que vienen reclamando esta linea de trabajo desde hace tiempo. La AAES Asociación Argentina de Educador@s Sexuales, junto a otras ong's afines en su especialidad, reclamaron la creación de Consejerías en Educación Sexual integral en los establecimientos educativos. Estoy dio lugar a la presentación de diversos proyectos de ley. Hoy los mismos se han reformulado y nuevamente presentados por la Defensoría del Pueblo de la CABA. El proyecto básicamente consiste en la creación en cada escuela de la CABA del cargo de "Asesor Asesora en educación sexual violencia y genero" incorporando un o una especialista en dichas temáticas, con postítulos que lo acrediten, a fin de capacitar a los y las docentes, atender las situaciones problemáticas de los chicos y chicas, organizar actividades con la comunidad educativa. entre otras competencias de particular interés para la formación de nuestros niños niñas y adolescentes.
Ese es uno de los ejes y lineamientos de trabajo que pensamos prioritarios. Para lograrlo o por lo menos ponerlo en debate debemos interactuar con el movimiento de mujeres, las organizaciones especializadas en educación y en derechos humanos. Porque en definitiva se trata de garantizar la vida, la libertad, la integridad física y psíquica entendiendo que las relaciones interpersonales deben incluir la garantía de igualdad y plena vigencia del conjunto de derechos consagrados en nuestra sociedad. Construir un mundo libre de violencia de genero, en el que las mujeres y las niñas puedan construir sus parejas y sus familias sin el temor de la opresión doméstica es un desafío y un mandato constitucional.
Aquí volvemos a reproducir las estadísticas del espanto elaboradas por la Casa del Encuentro, . Podemos agregar que en otros países latinoamericanos las cifras son mucho mas graves. Pero no nos conformamos. La comparación con España, nos parece suficiente e ilustrativa de la magnitud de nuestro problema. Tenemos que hacer retroceder este ranking de horror y machismo. Nuestro compromiso, el compromiso de todos.
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