De la letra de las
leyes a la realidad social
Desde la aprobación de
avanzamos en numerosas leyes locales y nacionales,
procurando cumplir con sus postulados. Básicamente logramos el reconocimiento
de niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos, en particular el
derecho de los chicos a ser escuchados y a ser protegidos contra todas las
formas de violencia.
También consagramos en la pionera ley 114 de la ciudad de
Buenos Aires del año1998 y luego en la Ley
Nacional
En la actualidad advertimos una fuerte debilidad en los
servicios y organismos de infancia de la Ciudad , por múltiples motivos, entre ellos la
altísima rotación de su personal y distintos niveles de precarización.
Proponemos entonces el debate de una nueva carrera técnico
profesional de las y los trabajadores de la infancia, así como la ampliación en
recursos presupuestarios y en competencias de los programas sociales
de mayor demanda social.
En principio presentamos el Proyecto de creación del Servicio de Fortalecimiento de vínculos
familiares y comunitarios destinado a
brindar fuerza legal, con marco normativo propio superador y nuevas competencias al valioso pero
incipiente Programa de Fortalecimiento de Vínculos de la
Dirección Gral de Niñez del Min. de Desarrollo Social de la Ciudad.
El proyecto tiene por objetivos lograr el acompañamiento y
la capacitación en el cuidado de sus niños
a las familias en situación de vulnerabilidad, con un trabajo de campo
periódico y regular. Amplia los recursos existentes, creando un servicio por lo
menos en cada Comuna, jerarquiza a los equipos profesionales y operadores, establece
contactos de mayores frecuencias. Propone la intervención en situaciones de
violencia que puedan ser contenidas, apuesta a la prevención y a la
anticipación de las situaciones límite de desestructuración familiar. Interviene en el proceso de vinculación en
los hogares y organismos de infancia.
Propone además la creación de Foros de Orientación Familiar en cada Comuna de la Ciudad , Foros articulados con las Defensorías barriales y con los distintos
efectores sociales y educativos, para ampliar y replicar instancias nuevas de
capacitación.
Numerosas son las dificultades y los retrasos en la
aplicación del Sistema de Protección integral de derechos de niñas niños y
adolescentes y en el acceso de los chicos y sus familias a los programas de
inclusión. Tenemos leyes y organismos de
infancia adecuados a la
Convención , pero pobres en alcances y en recursos presupuestarios.
Tenemos que convertir la letra de las leyes en una realidad política y social.
María Elena Naddeo
Diputada del Frente Progresista Popular
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